Podarcis guadarramae (Boscá, 1916) – LAGARTIJA LUSITANA

Hace un par de semanas mientras estaba haciendo cosillas en la huerta, cada poco escuchaba ruidos de plástico. No le daba importancia porque el sonido venía de donde tengo unos cubos y unas bolsas bajo una planta de romero, y como la mañana era soleada, de esas que da gusto estar al aire libre, imaginé que algún bichejo estaría por allí.

Pero como el ruido no cesaba, aprovechando que acabé con la tarea me acerqué a inspeccionar. Moví los cubos y las bolsas y no vi nada, así que sin más dejé el asunto. Por muy poco tiempo, porque no habría dado tres o cuatro pasos cuando volvió a sonar el dichoso sonido. Muy despacito me di la vuelta, acercándome mientras no paraba de oírse, hasta que me percaté que salía de una bolsa de plástico que había dejado apretujada entre unos tallos de la planta.

La cogí con cuidado y la fui desenvolviendo poco a poco hasta que quedó desvelado el misterio. Se ve que aprovechando el calor una lagartija se había metido allí dentro. Creo que no es que se hubiera quedado atrapada, porque la bolsa no estaba muy apretada, más bien que aprovechaba la temperatura que había cogido el plástico con el sol para calentarse.

Inmediatamente me vino a la cabeza el montón de ellas que capturé de niño para cuidarlas en terrarios, que rápidamente improvisaba con cualquier caja o botella de plástico que tuviera cerca. Capturarlas era un entretenimiento de habilidad, tan rápidas y ágiles, quedarse con la cola en la mano y que el animalico escapara era lo que ocurría la mayor parte de las veces. Tengo que reconocer que nunca me duró ninguna mucho, así que con esta no me entró la tentación de hacerla sufrir, y tras hacerle unas fotos me dispuse a soltarla.

Con tanto cuidado la cogí para no romperle la cola que se escapó, y escalando por el brazo arriba se fue para la espalda, donde estuvo un buen rato esquivando mis manos hasta que conseguí atraparla. La posé en la pared de piedra del huerto para que siguiera su camino y por allí continuó haciéndome compañía lo que quedaba de mañana, se ve que me cogió cariño.

Filo: Chordata / Clase: Sauropsida / Orden: Squamata / Suborden: Lacertilia / Familia: Lacertidae / Subfamilia: Lacertinae

Según los últimos estudios parece ser que las lagartijas pertenecientes a esta especie en realidad son dos especies distintas. Una se denominaría Podarcis guadarramae guadarramae y la otra Podarcis guadarramae lusitanica. La primera tendría una distribución más oriental y los machos son exclusivamente reticulados, mientras que la segunda es más occidental, tiene la cabeza más aplanada, siendo levemente más pequeña y ambos sexos pueden  tener coloración reticulada o rayada, aunque se solapan ambas zonas y la coloración varía mucho de un lugar a otro. Como en realidad no sé a qué subespecie de las dos pertenece el ejemplar de la fotografía, voy a hablar de la especie en general, tratándolas como una.

Los machos pueden llegar a tener 6’4 cm. de longitud contando la cabeza y el cuerpo, llegando a pesar apenas 4 gramos como máximo, siendo las hembras algo menores. Su aspecto general es aplanado. La cola mide aproximadamente el doble que el cuerpo. La garganta es blancuzca, raramente rosada, con puntos blancos en los machos. El vientre es blancuzco, rosa o salmón, a veces presenta coloración rojiza, sobre todo durante el celo, pero nunca amarillenta y es de color blanco en las hembras.

Se alimenta generalmente de insectos, que caza al acecho.

Realiza dos puestas al año de entre 1 y 5 huevos, la primera al inicio de la primavera y la segunda en verano. Depositan los huevos bajo un tronco, una piedra o directamente en el suelo. A los 60 u 80 días nacen las crías que ya miden unos 5 cm. Alcanzan la madurez sexual a los 8 meses y suelen tener una esperanza de vida de unos 3 años.

Esta especie solamente está presente en la península ibérica, encontrándose exclusivamente en la parte centro-oeste y noroeste.

Streptopelia decaocto (Frivaldsky, 1838) – TÓRTOLA TURCA

Una tarde de la semana pasada, cuando llegué al recinto del gallinero, me encontré que una bonita paloma se había quedado atrapada dentro del enredado que hay para que no entren los pájaros a comer la comida de las gallinas. Como hay algunos trozos abiertos pues la pobre encontró bien la entrada, pero se ve que después de ponerse tibia a trigo y cebada, no tenía la cabeza tan despejada para ver bien dónde estaba la salida.

Una vez dentro me di cuenta de que era una tórtola. No paraba de revolotear de un lado a otro, sin ser capaz de dar con un trozo abierto para escapar y lo único que hacía la muy despistada era cansarse. Así estuvo un buen rato, lo que aproveché para hacerle unas fotos, hasta que se quedó exhausta y la pude capturar.

Salí fuera del recinto para soltarla y grabarla en vídeo, pudiendo verla en detalle más de cerca. Me llamó mucho la atención sus preciosos ojos con el iris de color rojo y lo pequeñajas que son una vez que las tienes en la mano. Lo que si tenía grande era el buche, a reventar, era imposible que hubiera podido comer un grano más.

El vídeo no es muy largo, pero se puede ver que en el momento que le solté las patas, salió como alma que lleva el diablo, lanzando una especie de chillido que nada tiene que ver con su canto, que es una especie de cu-cuuu-cu. Quiero creer que me dio las gracias. Precisamente su canto es una de las formas de distinguirla de la tórtola doméstica, muy parecidas; en estas otras el sonido se asemeja más a cu-curucuuu y son de menor tamaño.

Pincha aquí para ver un vídeo de su liberación.

Reino: Animalia / Filo: Chordata / Clase: Aves / Orden: Columbiformes / Familia: Columbidae.

Del pico a la cola mide unos 33 cm., tiene una envergadura alar de hasta 55 cm. y pesa aproximadamente 250 g.

El macho y la hembra son muy similares. En el cuello presentan un collar negro, rodeado de un ribete blanco excepto en la parte delantera. Los ejemplares juveniles no presentan este collar. Las patas son cortas y de color rojo y el pico negro. El plumaje es de color gris claro, con tonalidades ocres en la parte superior y rosadas en el pecho y cabeza. Las plumas remeras de las alas son de color negro. La cola es larga, con las plumas laterales y el extremo de tonalidad blanquecina.

Construyen unos nidos muy simples consistentes en una plataforma rígida de palitos acumulados, sobre los que suelen realizar una puesta de uno o dos huevos de color blanco. La incubación dura aproximadamente dos semanas y los polluelos abandonan el nido hacia la tercera. Pueden llegar a sacar hasta cuatro polladas al año entre los meses de febrero y octubre.

Esta especie no es originaria de España, llegó procedente de Asia en la década de los 60, distribuyéndose de forma espectacular desde entonces, estando perfectamente asentada en la actualidad. Es de carácter sedentario y muy común verla en proximidades de asentamientos humanos.

Se alimenta de granos de cereal y semillas herbáceas, y en menor medida de brotes y pequeños invertebrados.

Thaumetopoea pityocampa (Denis & Schiffermüller, 1775) – PROCESIONARIA DEL PINO

El pasado miércoles por la mañana me encontré con una fila de orugas de esta original y peligrosa especie. Original por su forma de procesionar, en fila una tras otra, al mismo ritmo y sin perderse, así como por su forma de vida, sobre la que más adelante hablaré. Peligrosa por las reacciones alérgicas que pueden provocar si se tiene contacto con ellas, que suelen ser más graves en los animales al ser el contacto más directo. Como dueño de perro temo siempre la llegada de esta temporada, más teniendo un parque al lado con pinos.

El año pasado sin ir más lejos, el perrito de un vecino tocó una con el morro y lo tuvieron que tener ingresado en una clínica veterinaria unos cuantos días. El pobre no lo pasó nada bien y por suerte, no tuvo efectos secundarios y quedó perfecto. Sin embargo, leyendo sobre ellas he visto fotografías de animales que han perdido incluso un trozo de lengua, así que peligro, sí tienen.

Como estaba con el perro y enseguida tuve claro cuál iba a ser la siguiente entrada del blog, lo subí a casa y bajé para grabarlas en vídeo. La semana anterior ya observé una subiendo por un platanero, por lo que fotografías ya tenía. Me pareció raro ver una sólo, pero la cosa estaba clara, ya había empezado la temporada de las procesiones, igual influye la cercanía de la Semana Santa.

En el video que incluyo a continuación de la fotografía, hice un experimento y les interrumpí la hilera para que veáis su reacción.

Pincha aquí para ver el vídeo del avance en procesión

Filo: Arthropoda /Subfilo: Hexápoda /Clase: Insecta / Orden: Lepidóptera / Superfamilia: Noctuoidea / Familia: Notodontidae / Subfamilia: Thaumatopoeinae

Las polillas de esta especie son nocturnas y vuelan en verano, teniendo un ciclo de vida muy corto de 2 ó 3 días. Tras aparearse las hembras ponen los huevos en las acículas de los pinos, formando un cilindro alrededor de una hoja de unos 300 huevos, que luego forra con sus escamas. Aprovecho para dedicar la entrada a mi amigo Manuel Ángel Blanco y agradecerle el envío de la fotografía de la puesta.

Las hembras son más grandes que los machos, llegando a tener una envergadura alar de 5 cm. El tórax se encuentra cubierto de pelos grisáceos y el abdomen es cilíndrico y grueso cubierto de escamas doradas. Las alas anteriores son grisáceas y las posteriores blanquecinas. Los machos son más estilizados que las hembras, con tórax mucho más peludo y tienen tres franjas más oscuras en las alas anteriores. Las antenas en ellos son mucho más pectinadas (forma de peine) que las de ellas, que parecen más filamentosas.

Al mes nacen las larvas que comienzan a alimentarse de los brotes y hojas del pino. Al principio son gregarias, pero hacia el final del verano se agrupan formando bolsones en las partes más soleadas del pino para protegerse del frío invernal, coincidiendo más o menos con la tercera fase larvaria. En los bolsones pasan el día, y al atardecer siempre guiadas por una hembra salen alimentarse en hilera.

Tras pasar por cinco fases larvarias, al llegar la primavera bajan de los árboles en procesión buscando un lugar donde enterrarse, más o menos a unos 20 cm. de profundidad, e hilar un capullo de seda de color castaño rojizo extremadamente urticante, de donde emergerá a partir del mes la polilla. Si las condiciones climáticas no son las adecuadas, pueden permanecer en esta forma de crisálida hasta cuatro años, entrando en un estado que se conoce como diapausa.

Las orugas producen estas irritaciones a partir del tercer estadio larvario, que es cuando desarrollan los pelos urticantes de color blanquecino, que lanzan al aire cuando son molestadas y adquieren la coloración parda.

Nezara viridula (Linnaeus, 1758) – CHINCHE VERDE

Vivir al lado de un parque hace que a veces te encuentres con visitas inesperadas. Este es el caso de este bichito que el otro día por la mañana, se ve que aprovechando el soleado día de invierno, interrumpió su reposo, salió de su escondite y echó a volar hasta que se posó en el alfeizar de la ventana de la terraza. Le estuve haciendo unas fotografías hasta que llegó al borde y para que no se cayera, lo empujé hacia adentro con el dedo. Son increíbles las buenas ideas que se me ocurren a veces. Vaya olor más repugnante que me dejó, madre mía, asquerosísimo. Conclusión, se acabó la sesión de fotos y ahí lo dejé tranquilo a su libre albedrío, deseando que marchara con viento fresco.

Fue un fallo muy grande por mi parte porque es muy parecido a los que venían con el grano, cuando de pequeño en el pueblo iba a cosechar con mis abuelos, aunque eran la mitad de pequeños y de color pardo amarillento o marrón. Aquellos, al tocarlos también desprendían un olor bastante malo, así que debía haber asociado que no sólo se parecían en el físico. Pero en esta vida, de todo se aprende, aunque sea experimentando en las propias carnes.

Es una pena no haber sabido antes con qué otros nombres se lo conocía, me hubiera dado una pista, porque llamarse hedionda, panderola, pudenta o chinche pestosa, no es una muy buena señal que digamos. Parece ser que entre el tercer par de patas tienen una glándula que es la que segrega el mal olor cuando son molestados o se sienten amenazados.

Hablando de otra cosa, me llama mucho la atención sus ojos. Me recuerdan a aquellos faros que tenían los 2 CV, aunque la parte plana sea la trasera. Muy graciosos.

Filo: Arthropoda / Subfilo: Hexápoda / Clase: Insecta / Orden: Hemiptera / Suborden: Heteroptera / Infraorden: Pentatomomorpha / Superfamilia: Pentatomoidea – Pentatomidae – Pentatominae / Tribu: Pentatomini

Mide 1’5 cm. de largo y 0’8 cm. de ancho, siendo los machos ligeramente más pequeños que las hembras. Es de color verde, a excepción de las antenas que siempre son de color castaño. A veces, las partes anteriores y el borde del tórax y la cabeza son amarillentos. Con la edad se oscurece, pasando a tener tonalidad marrón, como el ejemplar de la fotografía.

Pasan el invierno en estado adulto refugiados entre la vegetación y al llegar la primavera, tras la cópula, realizan una puesta de unos 100 huevos de color amarillento que con el tiempo se vuelven anaranjados, formando una figura hexagonal como la de un panal de abejas. La puesta la realizan siempre en el envés de las hojas. A los cinco días nacen las ninfas, que durante 30 días pasan por cinco estadios diferentes hasta que se convierten en el insecto adulto. Durante las primeras fases son de color negro y en las siguientes van adquiriendo una coloración verde con manchas blancas y rojas.

A las 3 ó 4 semanas de ser adultos, son sexualmente maduros, viviendo en verano unos 40 días. Por consiguiente pueden sacar dos o tres generaciones al año. La última generación al llegar el invierno entra en un estado de dormancia que le permite vivir más tiempo hasta la llegada del buen tiempo.

Se alimentan absorbiendo la savia de gran variedad de plantas, a la vez que inyectan una saliva tóxica que causa anomalías y deformaciones en plantas y frutos. Los mayores daños los causan las ninfas en los primeros estadios.

AMPLIACIÓN 13-05-2018. Que se llame chinche verde y no tener una foto con este color me tenía un poco preocupado. Pero el pasado martes encontré en el huerto un ejemplar con esta coloración veraniega, así que problema solucionado, añado una fotografía y un pequeño vídeo que le pude grabar hasta que alzó el vuelo.

Pincha aquí para ver un pequeño vídeo sobre el ejemplar de la fotografía.

Pyrrhidium sanguineum (Linnaeus, 1758)

Llevaba toda la vida preguntándome qué clase de bichos serían los que comen la madera apilada en casa para quemar en la chimenea. Y es que llama la atención que cada vez que te acercas al montón de leña, es inevitable escuchar el ruido que hacen al masticarla. Lo máximo que había llegado a saber de ellos era que dejaban los troncos agujereados por doquier y que cuando se desprendía un trozo de corteza, había serrín a montones y a veces se veían unos surcos.

Además da igual la época del año que sea, es indiferente primavera, verano, otoño o invierno, el crick, crick, crick, es constante por la mañana, tarde o noche.

Lo que no esperaba es que fuera a descubrir quién era el responsable de estos ruidos por casualidad y menos dentro de casa. Hasta que un día por el suelo del salón vi que caminaba un bichejo de color rojo que me llamó mucho la atención y le hice unas cuantas fotografías. El bicho salió de unos troncos de roble que al llegar un viernes al pueblo, se dejaron en el suelo mientras se prendía la chimenea con leña más menuda, y quién sabe, igual viendo donde iba a ir a parar, inició la escapada hasta que fue sorprendido.

Un experto en este tipo de insectos me lo ha identificado amablemente y luego ya buscando información, la cuestión ha quedado clara. No se trataba de un insecto que se hubiera metido entre la madera buscando protección, si no que había surgido de ella, donde seguramente se había hecho adulto.

Aunque los responsables de hacer el ruido no son ellos, si no que son sus larvas que crecen en la madera, de la cual se alimentan hasta que se transforman en adultos. Tienen que tener unas mandíbulas tremendas, porque algunos troncos además de secos, son duros de roer a más no poder.

No debe ser un insecto que esté muy estudiado y del que se sepa mucho, ya que me ha costado bastante hallar información sobre él, siendo lo que escribo abajo lo más importante que he encontrado.

Filo: Arthropoda / Subfilo: Hexápoda / Clase: Insecta / Orden: Coleoptera / Suborden: Polyphaga / Infraorden: Cucujiformia / Superfamilia: Chrysomeloidea / Familia: Cerambycidae / Subfamilia: Cerambycinae / Tribu: Callidiini

De adultos miden entre 6 y 13 mm. Son de color negro o pardo, con la parte delantera del tórax y los élitros de un color rojo sangre muy brillante que los hace muy llamativos. Los élitros como ya he comentado alguna vez son las alas endurecidas que recubren el tórax, protegen las alas verdaderas y por consiguiente no sirven para volar. La cabeza es muy punteada y está recubierta, al igual que las patas y antenas, de pelos sedosos de color dorado. Las patas son cortas y robustas y las antenas alargadas y filamentosas.

Su ciclo biológico dura dos años. Los adultos vuelan en primavera, aproximadamente de marzo a mayo. Depositan los huevos en abedules, robles, castaños, hayas, e incluso árboles frutales, donde nacen las larvas que completan en ellos su ciclo biológico hasta transformarse en adultos.

Está extendido principalmente por la mitad oeste de la península ibérica.