Iris oratoria – MANTIS MEDITERRANEA

“Si te pica una teresa, con las andas para la iglesia”. La teresa es el nombre popular con que se conoce en mi zona a las mantis y las andas eran las parihuelas de madera con que se llevaban al cementerio los féretros de las personas fallecidas.

Pocas veces la sabiduría popular manifestada en nuestro refranero se confunde, pero este es uno de esos casos en que un refrán no tiene ni pies ni cabeza, ya que las mantis ni pican, ni muerden y ni siquiera tienen veneno. Por tanto, es completamente imposible que nos pueda hacer nada y cualquier temor respecto a ella es completamente infundado.

Es bien cierto que siempre las ha perseguido una leyenda negra y que mucha gente es ver una y automáticamente pisarla o liarse a golpes con ella. Craso error porque es completamente carnívora y por tanto nos libra de un montón de molestos insectos, así que más que perseguirlas, tendríamos que mimarlas, protegerlas y estarles muy agradecidos.

Mi encuentro con este insecto tuvo lugar a finales del pasado mes de septiembre, cuando ya anochecido dando un paseo con mi ayudante perruno Kuma, la encontramos caminando por un camino de tierra.

Al sentir nuestra presencia aceleró su ritmo para intentar alejarse hacia el borde del camino, pero la curiosidad del perrito hizo que se acercara a olisquear y ver qué era aquello, lo que detuvo momentáneamente su marcha. Entonces me dio tiempo a encender la cámara y hacerle un pequeño seguimiento como podéis observar en el vídeo.

Y mientras grababa, al asustarse hizo este despliegue defensivo que podéis ver, dándonos la oportunidad de ver su maravilloso colorido. A mi la verdad me dejo alucinado porque nunca había visto una con las alas desplegadas y me sentí enormemente feliz de además haber tenido la oportunidad de fotografiarla y grabarla.

Y una vez disfrutado el momento, viendo que además se trataba de una hembra bien gordita y llena de huevos, discretamente nos apartamos para que se tranquilizara, siguiera con su camino y encontrara un lugar seguro donde hacer su nido para depositar la puesta.

Dio la casualidad que unos días más tarde en las inmediaciones de ese lugar, me llamó la atención un abultamiento sobre una pared. Al acercarme a ver qué era pude comprobar que se trataba de un viejo nido en el que ponen sus huevos. No puedo afirmar que corresponda a esta especie, pero sirve como ejemplo para hacernos una idea.

Filo: Arthropoda / Subfilo: Hexapoda / Clase: Insecta / Orden: Mantodea / Familia: Tarachodidae / Subfamilia: Tarachodinae.

Nombre científico: Iris oratoria (Linnaeus, 1758).

Nombre popular: Mantis mediterránea.

Las hembras pueden alcanzar hasta 6’5 cm. de longitud y son más grandes que los machos. El tórax es muy alargado, estando coronado por una cabeza triangular que es capaz de girar 180 grados y de la que salen dos largas antenas filiformes. Está dotada de dos fuertes patas delanteras cubiertas de dos filas de espinas, que además de darle nombre debido a su parecido con una persona en actitud de estar rezando, le sirven para cazar y sujetar el alimento.

En los machos las alas cubren la totalidad del abdomen mientras que en las hembras no llegan a taparlo completamente. Cuando despliegan las alas quitinosas exteriores dejan al descubierto las alas membranosas interiores que presentan un gran colorido. Este despliegue lo realizan en actitud defensiva cuando se sienten amenazadas, a la vez que levantan las patas.

Una particularidad única de la especie es que sólo posee un oído, el cual no esta situado en la cabeza, sino en la espalda. En la cabeza presenta dos grandes ojos compuestos a cada lado y entre medias tres ocelos simples más pequeños.

Durante su vida adulta realizan varias mudas y su color tiene que ver con el hábitat del lugar donde hizo la última. Variará del verde a los amarillos y colores pardos predominantes en la zona, con objeto de camuflarse mejor.

Los individuos de esta especie son solitarios y sólo se podrán ver juntos durante la etapa reproductiva al llegar el otoño, siendo frecuentes las luchas entre machos que normalmente acaban con la muerte del más débil.

Otro mito que no es cierto sobre esta especie, es la afirmación que las hembras durante el apareamiento se comen siempre a los machos. Si bien es cierto que esta conducta sí se produce, no se puede afirmar que sea generalizada. En caso de hacerlo empezará por la cabeza y continuará con el resto de partes del cuerpo que no afecten a la reproducción.

Después de quedar fecundada buscará un lugar donde hacer el nido, llamado ooteca, y realizar la puesta. Para ello segregará una sustancia espumosa sobre la que los pondrá, la cual luego se endurece al secarse, protegiéndolos.

Al llegar la primavera saldrán las crías que tienen la misma forma que los individuos adultos. En ellas es frecuente el canibalismo, comiendo las primeras que nacen a sus hermanas menos madrugadoras.

Como hemos dicho se alimenta de insectos que caza al acecho, aunque ocasionalmente también de pequeños vertebrados, los cuales son capturados con un rápido movimiento de sus patas delanteras. Es tan rápido que casi es imperceptible.

Un dato muy curioso de esta especie, es que en ausencia de machos las hembras pueden reproducirse igualmente, si bien de los huevos no fertilizados sólo saldrán hembras.