Pararge aegeria – MARIPOSA DE LOS MUROS

Muchas son las mariposas de esta especie que estoy viendo durante los últimos días, cosa que no es nada extraña ya que es una de las mariposas diurnas más comunes que tenemos, pero una mañana de la semana pasada me llamó mucho la atención el comportamiento de un grupito de ellas que vi en un parque.

Apenas eran una decena y mientras que unas se posaban en el suelo, encima de algún palo, piedra o planta, siempre mirando hacia el oeste, de espaldas a la salida del sol, o de cara a su puesta, según se mire, otras iban y venían. Cuando alguna pasaba volando cerca de otra que estuviera posada, esta elevaba el vuelo y hacían un breve revoloteo juntas, siguiendo cada una por su lado.

Después de investigar he llegado a saber que el misterio era debido al juego amoroso que se traían entre manos. Los machos, como el de la fotografía, que son muy territoriales, estaban esperando el paso de las hembras y cuando se acercaba otro macho, elevaban el vuelo para expulsarlo de las proximidades de su posadero habitual. Debía haber escasez de hembras porque no detecté más que escarceos entre machos, o también puede ser que las hembras no estuvieran dispuestas y al percatarse, los machos desistieran de insistir para nada.

De lo que no he podido encontrar información es del por qué de colocarse siempre en esa posición. Y es que siempre se orientaban de la misma manera, ya que una vez que se posaban, si no lo hacían mirando hacia el oeste, siempre se movían para colocarse hacia allí. Si algún día llego a saber el motivo de este comportamiento, os lo haré saber.

Posiblemente no sea una mariposa muy llamativa en cuanto a su colorido, ni de las más bonitas, pero a mí me parece que tiene su encanto. Además, me hicieron pasar un buen rato viendo sus conflictos territoriales e intentado hacerles fotos mientras estaban posadas, cosa que no fue muy difícil ya que no se mostraban muy desconfiadas y siempre tenían las alas abiertas. Pendiente queda también encontrar crisálidas y orugas para incorporar las fotografías a esta entrada, pero tiempo al tiempo…

Filo: Arthropoda / Subfilo: Hexápoda / Clase: Insecta / Superfamilia: Papilionoidea / Familia: Nymphalidae / Subfamilia: Satyrinae.

Nombre científico: Pararge aegeria (Linnaeus, 1578).

También se la conoce como maculada.

Puede llegar a tener una envergadura de algo más de 4 cm. Los machos, como el de la fotografía, presentan en las alas anteriores tres venas con unas escamas que forman suaves protuberancias, cuya finalidad es emitir feromonas para atraer a las hembras.

Tienen una coloración reticulada con diversos tonos aleonados, presentando un ocelo con el centro blanco en las alas anteriores y tres o cuatro en las posteriores. Las hembras suelen tener mayor tamaño y son más claras.

Se la puede observar entre los meses de febrero y noviembre y saca varias generaciones al año.

Realizan la puesta de huevos en la parte inferior de las hojas de sus plantas nutricias, siempre de uno en uno y tardan unos 10 días en eclosionar.

Las orugas son verde amarillentas con una raya media dorsal verde oscura, líneas longitudinales amarillas, cabeza verde azulada y dos apéndices en la parte trasera de color blanco rosado.

Las crisálidas son de color verde o marrón claro con puntos amarillos y pueden eclosionar a los 15 días.

Las orugas se alimentan de plantas gramíneas, mientras que las mariposas liban néctar de las flores, especialmente de zarzas, y sales minerales del suelo o incluso de excrementos.

Puede invernar como oruga, crisálida o adulto y no es raro verlas volar en los días invernales de buen tiempo.

Se distribuye por toda la península ibérica, en altitudes inferiores a 2.000 metros.