Velella velella – MEDUSA VELERO

El encabezamiento de esta entrada es cosa de mi buen amigo Manuel, cántabro de nacimiento y madrileño de adopción, a quien le agradezco enormemente tanto su colaboración con el blog, como el haberme dado a conocer un ser vivo, del que sinceramente no había oído ni hablar, así que sin más, vamos con ella:

Cuando el amigo Arturo inicio esta aventura del blog, pensamos que de vez en cuando nos encontramos con bichos en nuestras escapadas, que bien podrían tener un hueco en su blog.

A primeros de mayo organizamos una escapada a la costa mediterránea (Sierra de Irta, en Castellón) y allí nos topamos con estos hidrozoos, es curioso porque tengo el recuerdo de haberlos visto de pequeño en la costa cántabra, por aquel entonces no habíamos oído hablar aun de la Carabela Portuguesa, y cualquier bicho que se acercaba a la orilla, y no era rápido… acababa, primero en el redeño, y después probablemente entre nuestras manos (aquí estoy oyendo a Eva decirle a Agatha… “no hagas caso a tu padre, y no toques ese bicho, que puede ser urticante”… jajaja).

Al igual que en mis recuerdos, las hemos podido ver un primer día flotando cerca de la orilla, al día siguiente todas apelotonadas al borde de la playa, y dos días después de aparecer, solo quedaban esparcidos por la orilla los flotadores a los que va unida la vela, de donde toma el nombre.

A Eva: Tienes toda la razón, algunos bichos pueden ser peligrosos… pero nos mola, ya nos conoces.

A Arturo: No podemos dejar pasar tanto tiempo entre encuentro y encuentro, con lo que nos gusta bichear, jajaja,

Hala, ahí te lo dejo, y ahora tú les explicas cuestiones técnicas. Cuídate mucho. Prometo mandarte algún aporte más.”

Reino: Animalia / Filo: Cnidaria / Clase: Hydrozoa / Orden:Anthoathecata / Familia: Portipidae.

Nombre científico: Velella velella (Linnaeus, 1758).

Nombres comunes: barquita de San Pedro, vela púrpura, vela de mar.

Cuando está viva presenta un bonito color azul oscuro y puede llegar a alcanzar unas dimensiones de 10 x 5 cm.

Aunque su apariencia es la de una medusa, en realidad se trata de una acumulación de pequeños animales llamados hidrozoos, los cuales están unidos a una especie de disco gelatinoso.

Flota en el agua, donde se desarrolla su vida, y en la parte superior presenta una especie de vela de forma triangular que emerge de la superficie, siendo la parte sumergida la colonia de hidrozoos.

Forman extensas colonias y se desplazan a la deriva arrastradas por el viento y las corrientes, lo que hace que a veces lleguen a la orilla en grandes cantidades.

Son prácticamente inofensivas, pero se recomienda no tocarlas para evitar posibles reacciones urticantes en caso de tener contacto con alguna pequeña herida abierta, ojos o mucosas.

Se alimentan de zooplacton que capturan con unos pequeños tentáculos que apenas miden 2 cm. de longitud.

Su reproducción es asexual, produciendo pequeñas medusas de aproximadamente 1 mm. de tamaño, que se fijan al fondo del mar donde liberan las células sexuales, las cuales una vez fecundadas se transforman en un pequeño pólipo que sube a la superficie y origina una nueva colonia.

Mauremys leprosa – GALAPAGO LEPROSO

Tan seca ha sido la primavera y tanto tiempo llevaba sin llover por estas tierras, que cuando una tarde se pone a hacerlo como si fuera el diluvio universal y se llenan de agua lugares que llevan meses sin ver una gota, no es extraño que algún animalejo se vea sorprendido y aparezca donde no tiene que hacerlo.

Para mi fue una suerte que así fuera y así disfrutar un rato con su observación. Y también para él, porque andar deambulando por el asfalto no es un muy buen lugar que digamos para que un galápago conserve su integridad física. Y así fue como lo encontré, regresando en coche a Zamora por una carretera próxima al río Duero, ya muy cerca de la ciudad.

Por fortuna había un descampado un poco más adelante y hasta allí lo llevé, que fue donde grabé el vídeo y le hice unas fotografías. No mucho rato porque no es cosa marear mucho a los animales salvajes, pero sí el suficiente para poder ver lo excelente nadadores que son, porque con apenas unos centímetros de profundidad que tenía un charco, se desenvolvía como pez en el agua. No en vano, la mayor parte de su vida se desarrolla en el agua.

Después de molestarlo un poquito y como el río no estaba muy lejos, lo recogí de nuevo y lo acerqué hasta las proximidades de la orilla. No lo dejé allí porque la especie está considerada como vulnerable y en gran parte es debido a su captura por el ser humano para tenerlo como mascota. Así que pensé que mejor era quitarlo de la vista del público, no siendo que fuera a acabar en algún jardín privado o dentro de alguna vulgar contenedor de plástico.

Y tras ello, mas contento que unas castañuelas, continué con mi marcha en busca de una ducha bien caliente, porque aunque no fue mucho tiempo, nada más dejarlo, me di cuenta que estaba calado hasta los huesos y no iba a ser cosa enganchar un catarro primaveral, de esos que son tan difíciles de quitar.

Reino: Animalia / Filo: Chordata / Subfilo: Gnatostomados /Superclase: Tetrapoda / Clase: Reptilia / Orden: Testudines / Suborden: Cryptodira / Superfamilia: Testudinoidea / Familia: Bataguridae.

Nombre científico: Mauremys leprosa (Schweigger, 1812).

El galápago leproso tiene un caparazón alargado, que en las hembras puede llegar a medir 23 cm. y 21 en los machos. Es ligeramente más ancho en la parte trasera que en la delantera, siendo su borde liso. Su coloración varía entre el verde oliva y el pardo, con manchas pardo rojizas, que se tornan claras a medida que el animal envejece.

El peto o parte inferior está fuertemente unido al caparazón, siendo de color amarillo o crema, con manchas oscuras, que también desaparecen con la edad.

La piel es de color verdosa, presentando tonalidades amarillas o anaranjadas, destacando una mancha redondeada de este color entre el tímpano y el ojo.

La cabeza es corta y ancha, plana en la parte superior y en forma puntiaguda, terminando en las dos oquedades de la nariz (narinas). La boca tiene una cubierta cornea en forma de pico. Entre los dedos posee una membrana que los une, teniendo 5 uñas en las patas anteriores y 4 en las posteriores. La cola es alargada.

Es de reseñar que presentan dos glándulas inguinales llamadas de Rathke, que emiten una sustancia muy desagradable, y que la denominación leproso proviene de unas verrugas que le salen en el caparazón a algunos ejemplares viejos.

Para distinguir machos y hembras hay que fijarse en la cola cuando está estirada, ya que la cloaca de las hembras queda a la altura del caparazón y la de los machos está situado más atrás. Además el peto (parte inferior) es cóncavo en los machos, y aplanado y más alargado en las hembras, siendo también el caparazón más ancho y redondeado en las hembras.

Durante la estación fría hibernan. Para ello se entierran en el lodo, donde permanecen hasta la primavera. Con ella, despiertan y empieza el periodo reproductivo. Tras ello, las hembras cavan un agujero en el suelo de unos 10 cm. de profundidad, donde depositan hasta una docena de huevos de aproximadamente 2×4 cm., que dependiendo de las condiciones meteorológicas empezarán a eclosionar a partir de los 2 meses.

Su alimentación es omnívora, aunque predominantemente carnívora, depredando insectos, anfibios, cangrejos, peces, e incluso carroñas y excrementos.

Se estima que su esperanza de vida supera los 30 años.

Berberomeloe majalis – ESCARABAJO ACEITERO O ACEITERA COMÚN

El encabecamiento de esta entrada es cosa de mi buen amigo Borum. Para mi es un lujo y un privilegio que haya aceptado colaborar en el blog. Así que sin más, vamos con ella.

Tengo un amigo de esos que molan, de los de verdad, que tiene un blog de “bichos”, que te cuentan cosas de las que pasan delante de tus narices, pero que ni te das cuenta, porque a veces miramos mas allá, y no sabemos apreciar lo que tenemos delante. Dando un paseo con la familia por nuestra zona habitual de escapada como es la Carballeda olvidada (tan de moda ahora), vimos el animal que a continuación describiré.

Al poco de haberle podido fotografiar me dirigí a la mejor fuente de información que conozco, y no empieza por Goo, ni acaba por gle, al grano, Arturo, me dijo que el susodicho animal era un escarabajo aceitero, reconozco que lo había visto antes alguna vez más, pero no me había parado a observarle. Varias cosas captaron mi atención, la longitud de su abdomen era desproporcionada con la de su tórax, en el que se encuentran tres pares de patas que conseguían arrastrar el anteriormente mencionado voluminoso abdomen. Otra de las características es que la velocidad de desplazamiento era muy elevada, lo que hacía complicado obtener una instantánea.

El abdomen era la parte mas significativa y reveladora, de un negro azabache de tonos brillantes lo que destacaba eran unas franjas horizontales de color rojo (que en algún espécimen podría ser incluso de tonos anaranjados), desde pequeño mis mayores me decían que si algo en el campo veías de vivo color y que no se mimetizara con el resto del entorno, pusieras atención, porque esa tonalidad estaba ahí por algo.

Mirando un poco en internet me di cuenta que es un animal que, desde antaño, hace muchos siglos, los primeros pobladores de la Península ya utilizaron como remedio medicinal e incluso como veneno, ya que segrega un aceite que puede llegar a ser venenoso sobre todo para sus depredadores. Preguntando a los moradores de la zona me dijeron que conocían dicho animal y que la lo llamaban “Bacarruda” o “Vacarruda”, al igual que en otros lugares lo denominan “curita”.”

Fotografía Juan Carlos Borumburu.

Reino: Animalia / Filo: Arthropoda / Subfilo: Hexapoda / Clase: Insecta / Orden: Coleoptera / Suborden: Polyphaga / Infraorden: Cucujiformia / Superfamilia: Tenebrinoidea / Familia: Melioidae / Subfamilia: Meloinae / Tribu: Lyttini.

Nombre científico: Berberomeloe majalis (Linnaeus, 1758).

Estos coleópteros pueden llegar a medir más de 7 cm. de longitud, casi todos correspondientes a su desarrollado abdomen, en el cual destacan unas franjas transversales de tonalidad rojiza o anaranjada al final de cada segmento, siendo el resto del cuerpo completamente negro.

La cabeza y el tórax son pequeños en comparación con el abdomen. Al comienzo del mismo tienen unos pequeños élitros (alas endurecidas), careciendo de alas verdaderas.

Su actividad comienza con la primavera, dedicándose a labores reproductivas. Tras ellas, la hembra deposita cientos de huevos en un hueco que excava en la tierra a poca profundidad. Con el verano emergen las larvas, que tienen aspecto plano y alargado. Rápidamente buscan una planta en flor a la que trepan hasta alcanzar la flor.

Una vez en ella, esperan que llegue una abeja solitaria, a la cual, gracias a tres uñas que poseen en el extremo de cada pata, se agarran fuertemente para que las transporte hasta su nido. Allí devoran una pupa y ocupan su celda, continuando su alimentación con néctar y polen.

Tras esto se transforman en otra larva de aspecto rechoncho que continuará alimentándose de polen hasta alcanzar el tamaño adecuado. Entonces pupan y se transforman en el individuo adulto.

Los adultos se alimentan de materia vegetal y néctar de flores.

Un comportamiento curioso de esta especie es la denominada tanatosis. Cuando se sienten acosados se hacen los muertos para despistar a sus depredadores. Sin con esto no consiguen nada, entonces segregan cantadirina. Lo hacen en la unión de las patas con el abdomen y con esta sustancia debemos tener precaución porque es bastante irritante.

Está ampliamente distribuido por toda la península ibérica.

Canis lupus signatus – LOBO IBERICO

No puedo escribir sobre el lobo sin que me venga a la cabeza la impresionante y comunicativa voz del gran maestro Félix Rodríguez de la Fuente, sin recordar aquellas carreras alocadas de la niñez para coger sitio en el sofá cuando sonaba la entrañable música de “El hombre y la Tierra” y sin sentir una enorme gratitud por despertar mi interés por todos los seres vivos y enseñarme a respetarlos, en definitiva, por hacerme amar la Naturaleza. Sirvan estas pocas palabras como homenaje hacia su persona.

Si alguien me preguntara cuál es mi animal favorito, no dudaría mucho en responder. El lobo, tan querido y a la vez tan odiado, la inteligencia personificada en el reino animal, el gran matador, pero también el leal compañero, el padre entregado… Para mi, sin lugar a dudas, la estrella de la fauna ibérica.

Descendiendo de un pueblo de la provincia de Zamora, ubicado en pleno corazón de la Sierra de la Culebra, muchas han sido las ocasiones de verlo en libertad, pero la mayor parte de ellas han sido avistamientos lejanos. A un animal tan desconfiado es difícil sorprenderlo. Las veces que he logrado divisarlo de cerca, a excepción de una, siempre han sido desde el coche.

Quiso la suerte, que durante el pasado mes de marzo se organizaran en Zamora unas magníficas jornadas sobre este animal, acompañadas de una interesantísima exposición itinerante montada por Carlos Sanz, principal responsable del Centro de Interpretación del Lobo Ibérico de Castilla y León, ubicado en Robledo (Zamora). Pueblo del interior de la Sierra de la Culebra y perteneciente a la comarca de Sanabria; sin lugar a dudas, tierra de lobos.

Y digo quiso la suerte, porque durante las mismas, además de ver la exposición, pude disfrutar de dos estupendas conferencias, una impartida por el propio Carlos Sanz y otra por Odile Rodríguez de la Fuente, hija del gran Félix. Ambas despertaron en mi el deseo de posponer lo menos posible una visita pendiente que ya venía demorándose una larga temporada. Y es que ser de Zamora y no conocer el Centro de Interpretación del Lobo…

Y por fin, aprovechando las vacaciones de semana santa, visité el Centro. Antes de que lo construyeran, ya había transitado por la zona innumerables veces, no en vano estuve viviendo en Puebla de Sanabria unos cuantos años. Así que todo lo que os pueda decir sobre lo bonito que fue ver los brezos en plena floración tiñendo de morado la sierra, como comprenderéis, no sería muy objetivo, lo llevo dentro, aun así insisto, es precioso. Sobre el Centro sin embargo sí me mojaré, estupendamente ubicado y bien construido, muy cuidado y organizado, las magníficas explicaciones de Carlos y su contacto con los lobos… Resumiendo, que el que lea esto tiene una visita pendiente de la que no se arrepentirá.

Y una vez en él, al poco tiempo de llegar y sin haber llegado siquiera a uno de los miradores, tener la oportunidad de ver un precioso lobo encima de una roca a escasos metros de distancia, ya confirmó en mi interior que iba a disfrutar de una magnífica tarde, como así fue. Además, con el pelaje de invierno, que para mi gusto luce más.

Reino: Animalia / Filo: Chordata / Subfilo: Vertebrata / Clase: Mammalia / Orden: Carnivora / Familia: Canidae.

Nombre científico: Canis lupus signatus Cabrera, 1907.

Esta subespecie del lobo es endémica de la península ibérica y se caracteriza por poseer unas manchas de color blanco en los belfos, llamadas bigoteras, por poseer en la parte frontal de las patas delanteras unas líneas negras u oscuras, por tener una marca oscura a lo largo de la cola y por tener otra en la cruz, llamada silla de montar. Estas manchas son las que le han dado el nombre de signatus, ya que en latín significa marcado.

El resto de la coloración es muy variable, habitualmente de color pardo, presentando algunos individuos tonos más oscuros y otros más rojizos. En los ejemplares jóvenes la coloración en invierno tiende a ser grisácea y más rojiza en verano tras la muda.

Teniendo en cuenta que los machos son de mayor tamaño que las hembras, estos pueden llegar a medir 120 cm. de longitud, tener una altura de 70 cm. y pesar más de 50 Kg., aunque lo normal es que las hembras no sobrepasen los 35 Kg.

En contraste con una cabeza grande, las orejas son triangulares y pequeñas. Destacan por su colorido amarillento almendrado los ojos, que están colocados oblicuamente. También el tamaño de la cabeza de las hembras es menor que la de los machos.

Como bien se sabe es un animal social que habitualmente vive en manadas, aunque pueden encontrarse ejemplares solitarios. Las manadas normalmente están formadas por una pareja reproductora y algunas de sus crías, no siendo muy numerosas.

En las manadas de lobos sólo se reproduce la pareja dominante, llamada alfa. El periodo de celo comienza en los meses de invierno, durando la gestación entre 60 y 65 días, tras los cuales la hembra pare alrededor de 4 crías. Nacen con los ojos cerrados pesando aproximadamente medio kilo. A las dos semanas ya los abren y la hembra que habrá pasado todo este tiempo sin separarse de ellos empieza a salir de la madriguera. Continúan siendo amamantados hasta el mes y medio o los dos meses, momento en que empiezan a ingerir alimento regurgitado por el resto de ejemplares de la manada.

Y sobre su alimentación, aunque bien sabido es que es un estricto carnívoro, también consume materia de origen vegetal como frutos silvestres.

Gallinula chloropus – GALLINETA COMUN

Las gallinetas o pollas de agua, siempre me han llamado mucho la atención. Tal vez sea porque fue una de las primeras especies que recuerdo haber observado con interés naturalista, o quizás porque me hace volver el recuerdo atrás a las charcas de la vega de mi pueblo. Sea como fuere, como siempre las veía en el agua pensaba que tendrían las patas como los patos, y cuando descubrí que entre los dedos no había membrana que los uniera, pues me llevé una sorpresa.

Como en tantos lugares de la geografía ibérica, allí era frecuente verlas surcando las aguas en su incansable búsqueda de alimento. Lo que más me impresionaba era la capacidad que tenían de desaparecer bajo las aguas y volver a salir en el otro extremo de la laguna como si tal cosa. O no volverlas a ver porque astutamente abandonaban el agua por alguna de sus estratégicas salidas.

La verdad es que son muy asustadizas y nos rehúyen con suma habilidad. Para conseguir fotografiar a este ejemplar lo he tenido que hacer desde el coche, a fuerza de aparcarlo siempre en el mismo sitio y disparar con la ventanilla un poco bajada. Aun así, cuando pasa por las cercanías, siempre lo hace como si tuviera un poco más de prisa que cuanto está en otra zona más alejada, como si cualquier precaución fuera poca.

Tengo que contaros que me he animado a publicar hoy esta entrada, porque esta tarde vi una en el borde de un regato con la barriga reposada en el suelo. En principio pensé que estaba camuflándose para que no la viera, pero al poco empezaron a salir de las plumas unos diminutos pollitos negros, eran tan pequeños que hacían un montón de gracia entrando y saliendo del plumaje. Fue un efímero momento porque rápido me divisó y se metieron entre la vegetación.

Como dato curioso de esta especie, comentaros que parece ser que el escudete anal, de color blanco, lo utilizan como medio de comunicación, siendo también un indicador de la situación emocional del individuo.

Reino: Animalia / Filo: Chordata / Subfilo: Vertebrata / Clase: Aves / Orden: Gruiformes / Familia: Rallidae.

Nombre científico: Gallinula chloropus Linnaeus, 1758.

Las gallinetas pueden llegar a medir 35 cm. de longitud, tener una envergadura alar de 55 cm y alcanzar el medio kilo de peso. Los machos son algo más grandes que las hembras.

Aunque las partes oscuras parecen negras, sólo los flancos son de este color, ya que la parte dorsal tiene una coloración verde olivácea, la tonalidad de la cabeza tira a pizarra y las partes inferiores son gris oscuras. En los flancos presenta una línea discontinua de color blanco, siendo de este color también el escudo anal.

Durante la reproducción diversas partes del cuerpo adquieren tonalidades más brillantes y ostentosas. Así el iris, que normalmente es marrón, se vuelve de color carmín, las patas se vuelven amarillentas o verdosas en la mitad inferior y rojas en la superior, y el escudete frontal al igual que el pico se torna rojo, menos su punta, que continúa siendo amarillenta.

Los ejemplares jóvenes carecen de estos bonitos coloridos ornamentales, luciendo simplemente una coloración marrón verdusca y las bandas dorsales blancas.

El periodo reproductivo comienza en la primavera. Entonces la pareja de gallinetas construirá un nido bastante voluminoso y bien escondido en las cercanías de la masa de agua elegida. Allí la hembra depositará hasta una docena de huevos que serán incubados por ambos progenitores durante tres semanas, al cabo de las cuales nacen los pollitos perfectamente recubiertos de plumón, y que en breve empiezan a merodear por las inmediaciones bajo la atenta vigilancia de los padres.

Estos al mes y medio suelen independizarse, aunque es común que algunos de ellos se queden con los padres colaborando para sacar adelante las siguientes nidadas.

Su dieta es omnívora, alimentándose tanto de materia vegetal, como de invertebrados e incluso pequeños vertebrados.

No es una gran ave voladora y suele ser sedentaria. En la península ibérica las poblaciones residentes se ven incrementadas en invierno con las procedentes del norte de Europa.

En España se puede encontrar en todo el territorio, a excepción de las áreas montañosas superiores a 1.200 metros y de las zonas desérticas.